Recordatorio de eficacia 4: CULTURA DE RESULTADOS

No es que a la gente le disguste ser controlada, lo que pasa es que no nos gusta que nos controlen la ejecución de nuestras tareas. 

Las personas se desesperan cuando el jefe (que suele no escuchar, o escuchar poco) les dice lo que tienen que hacer (he presenciado muchas reuniones así). 

Por eso es importante poner el acento en el control del resultado que debe conseguir cada miembro del equipo más que en el control de la ejecución en sí misma. Esto permitirá centrarnos en aquello que sí nos parece adecuado, y es que nos "controlen" nuestros resultados, que midan y evalúen si alcanzamos nuestros objetivos. Resulta muy estimulante para cualquiera recibir feedback positivo sobre el resultado alcanzado con esfuerzo. 

Los líderes que se orientan al control de la ejecución de las tareas pierden la perspectiva general que deben tener, se inmiscuyen en hacer el trabajo de sus subordinados o colaboradores y así dejan de afrontar su responsabilidad: la de conducir al equipo, la de asegurarse de que cada miembro sabe hacer su trabajo, la de tratar a cada miembro de forma respetuosa con su desarrollo y con su manera de afrontar cada situación.

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